lunes, 30 de junio de 2008

Amor, pasión y sabor con picante mexicano

Como agua para chocolate


Una producción de: Arau Film International.
Duración: 143 minutos.
Dirección y producción: Alfonso Arau.
País: México (1992).
Reparto protagónico: Lumi Cavazos (Tita)
Marco Leonardi (Pedro)

Tita y Pedro, quienes se han prometido amor eterno, se ven condenados a sufrir las consecuencias de las tradiciones familiares, pues ella por ser la hija menor de mamá Elena tiene que cuidarla hasta su último aliento de vida.

Una historia cargada de olores y sabores de la cocina tradicional mexicana, pasiones reprimidas y lágrimas derramadas es presentada y ambientada en los años 20, por el director Alfonso Arau, basándose en la novela Como agua para chocolate, nacida de la pluma de la reconocida escritora mexicana Laura Esquivel y así mismo galardonada con importantes premios nacionales, constituyéndose como una de las producciones mexicanas más exitosas de los noventa a nivel internacional.

Mamá Elena quien sin darse cuenta se convirtió en cabeza de familia, decidió no dejar de lado las tradiciones y evitó que su hija menor, Tita, contrajera nupcias y la condenó a acompañarle y velar por ella el resto de sus días, cohibiéndola así de su gran amor, Pedro, quien para no alejarse de su amada, se casa con su hermana mayor.

Desde temprana edad, Tita fue un poco más que protagonista en la cocina de su casa, pues junto a nana Nacha, deleitaban día a día a los integrantes y visitantes de este hogar, y en cada comida dejaba un poco de aquel amor que pese a ser “imposible” la impulsaba a luchar en contra de los que le impedían compartir la mejor etapa de vida con su adorado Pedro.

Cuando al fin su madre y hermana fallecen, y su sobrina se va de la casa, Tita y Pedro intentan consumar su amor en un acto de entrega total, en el que él fallece por el éxtasis, llevando a esta pobre mujer a envenenarse esperando que como un día lo prometieron, su amor fuese más allá de la vida.

Esta película es calificada como una de las mejores realizadas en México y como no, si sólo con el nombre es cautivadora, pues, ¿quién no se derrite ante un chocolate? Tal vez su único defecto sean algunos detalles técnicos, como el sonido e iluminación en algunas escenas, pero todo esto es opacado por esta apasionante historia de amor que promete envolverte desde el principio hasta el final.

martes, 17 de junio de 2008

Historia de un ideal

Con “Todos eran de izquierda” Javier Vidal presenta al público tachirense la historia de una familia que defiende un ideal en una época de guerras civiles y ante una sociedad en crisis, en una España que se está sacudiendo las secuelas de la guerra mundial que la rozó sutilmente


Javier Vidal, comunicador social, dramaturgo, profesor, director teatral, actor de cine y televisión y en los últimos años escritor, este 22 de mayo en las instalaciones de la librería Sin Límite de Barrio Obrero dio a conocer lo que para él es su primera obra literaria titulada “Todos eran de izquierda”.

Vidal quien tiene una larga trayectoria en el mundo del teatro, conformada por 15 obras, de las cuales sólo tres son breves, presentó este libro en el que se estrena en la “onda literaria” aunque en el año 1996 publicó un texto titulado “La era de la radio en Venezuela”.

Es después de ocho años que una editorial se “arriesga” a avalar esta obra, pues Vidal a lo largo de este tiempo acudió a varias editoriales tanto nacionales como extranjeras y si bien reconocían que era muy buena la rechazaban alegando que esta historia no despertaría interés alguno en sus fieles lectores.

“Todos eran de izquierda” no es más que una novela de una familia española, con marcadas inclinaciones anárquicas que rechazaba las instituciones políticas y religiosas, donde Javier enlaza la vida de cada uno de sus integrantes produciendo así una interesante historia que promete envolver al lector desde el principio hasta el final.

En la ronda de preguntas surgieron interrogantes como títulos alternativos que tuvo para este libro a lo que contestó con gracia que sólo se le ocurrieron dos títulos antes del definitivo y fueron “Todos eran rojos, rojitos” y “La Yaya Rosa” uno de los personajes de la historia de la cual recitó un fragmento en esta presentación.

Poco antes del bautizo del libro Vidal expresó que le gustaría escribir otro texto pero que aún ignora la proyección que le dará, y si lo relacionará o no con lo que hasta ahora es su obra más importante “Todos eran de izquierda”.