miércoles, 10 de septiembre de 2008

Alberto .V. Figueroa: “África no sólo llora: también sufre, grita, se desangra y muy pronto morirá”


Gabriela Di Giancaterino

África llora de Alberto Vázquez Figueroa, es una novela basada en una historia real, que se desarrolla en los adentros de una África que poco a poco se iría maltratando y hundiendo en un río de sangre y devastación en manos de los nativos, motivados por la colonización, que como en diferentes partes del mundo trajo consigo más destrucción que beneficios.

La tranquila Etiopía sin querer se convertiría, de la noche a la mañana, en una desolada aldea luego de que el río, ese que por muchos años los abasteció de dulces sonrisas y chapoteos de los niños cada tarde después de la escuela, trajera con sus cristalinas aguas los cadáveres de unos soldados abatidos por la guerra que hasta ahora comenzaría, llevándose consigo docenas de etíopes inocentes de lo que en sus alrededores sucedía.

Aquella despiadada guerra no reconocía género, color, edad o credo, abatía todo cuanto estuviera a su paso, incluso aquel pueblo lleno de ilusión y sobretodo de una paz que podía percibirse en su ambiente. Lo único que pudo salvarse fue la escuela, que por encontrarse a algunos kilómetros de distancia logró escapar de la brutal mano de la muerte y es allí donde empieza nuestra historia.

¿A dónde correr si todo aquello que se consideraba hogar en solo minutos desapareció en una gigantesca bola de humo? Era la pregunta que se hacían las señoritas Margaret y Abiba al darse cuenta que de un momento a otro se convirtieron en “madres” de aquel puñado de niños huérfanos.
Después de más de veinte años de que su padre, un misionero europeo, la llevase a este humilde caserío en las montañas del cuerno africano y que sus conocimientos del exterior se redujeran a lo que enseñaba en sus clases de geografía, Margaret estaba consciente que quedarse allí sería condenar a esos niños a una muerte prácticamente escrita.

Emprender el viaje hacia un lugar “seguro” en alguna parte del continente no sería fácil, y menos si debía dirigir a un poco más de quince niños confundidos y consternados por lo que estaba pasando, sin embargo, la siempre leal profesora y su asistente asumieron el reto con bastante entereza.

La lepra, la hambruna, el secuestro de la señorita Abiba, la cruel muerte de la reina Belkis, el sida, las plagas, el calor, pero sobre todo el desconcierto fueron factores que acompañaron a este grupo de intrépidos aventureros en su desesperada búsqueda de un nuevo hogar para intentar olvidar aquello que invadía sus sueños cada noche.

Para los amantes del continente del que mucho se habla, pero que pocos conocen y ayudan, África llora es una historia, que muestra la triste realidad de una sociedad que agoniza en un continente maltratado y explotado a merced de cualquier otro país que con un poquito de poder meta su mano y termine de destruir lo que hace no muchos años fue un territorio libre en toda su extensión.